LOS AMANTES DE CADAQUÉS

UNA RELACIÓN CON TINTES DE VOYEURISMO Cuando los telespectadores españoles vivían al borde de un ataque de epilepsia por culpa del frenético zoom de Valerio Lazarov, Amanda Lear popularizó temas «llenapistas» como «Follow me» y «Enigma». Corría los años ochenta y Lear llevaba más de una década frecuentando Barcelona y Cadaqués, de la mano de su padre/amante/hermano y maestro, Salvador Dalí. «Sí, fui la amante de Dalí con el permiso de Gala. Ella autorizó nuestra relación», explicó la musa transexual del pintor de Figueras durante la presentación de su libro Mon Dalí, en el Hotel Ritz, en el año 2004.

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