KATOEYS: LA «OTRA» CIUDAD DE TAILANDIA

LA SONRISA FEMENINA Las Katoeys, Ladyboys en inglés, se pueden encontrar en varios sectores de la población, ya que la cultura budista de Tailandia da un alto valor a la tolerancia. En Tailandia son conocidas como «Katoeys» -que proviene de «khmer» y «toey» que significa «ser diferente»- y se designa a los hombres de apariencia femenina. En el norte del país se les denomina «pu-mia», o lo que es lo mismo, hombre-mujer. Se cree que ser katoey es una cuestión de karma: el destino que le toca vivir por haber cometido adulterio en vidas anteriores. Por ello, la mirada desde esa perspectiva budista, reciben incluso sentimientos de aprecio y orgullo para esas vidas pasadas de trasgresión por la que no se les debe culpar sino más bien se les debe tener piedad, compasión y tolerancia diversa.

UNA AL MARGEN, de Adriana Castro y Katherine Castrillo [cortometraje]

Sinopsis: Ángela es una joven transgénero de 20 años que  vive en un barrio marginal de la ciudad de Caracas. en este corto de carácter ocial y documental, Ángela se mueve, a modo de entrevista, entre  los espacios de lo público y lo privado, reseñando situaciones que la revelan a sí misma como una persona vulnerable… y vulnerada. Este escueto vistazo expone una de las muchas realidades de quienes habitan «el margen» de la sociedad, no solo por su invisibilidad por condición social, sino además, por ser estigmatizados al asumir identidades contradictorias a los sistemas patriarcales y heteronormativos. Este cortometraje de temática trans asume la necesidad de sensibilizar a la sociedad respecto a la transfobia, adentrándose en la cotidianidad de Ángela, «una igual» en la lucha sexo-género diversa.

FICHA TÉCNICA DEL FILM
Título Original: Una al margen
País: Venezuela
Duración: Cortometraje documental de 10 min., Color
Dirección y Producción: Adriana «Tanita» Castro y Katherine «K-T» Castrillo – 2011
Edición y Montaje: Adriana Castro
Premios: Mejor Cortometraje «Q» en el Primer Festival Venezolano de Cine de la Diversidad – FESTDIVQ (2011).

Temas musicales de Lila Dows «Dignificada», Mercedes Sosa «Siembra» y Calle 13 «Annunakilandia».

60 AÑOS DE HISTORIA DE LA TRANSEXUALIDAD (y II)

LA RUBIA CONVERTIDA George Jorgensen conmocionó al país en Diciembre de 1952 al regreso de su viaje a Dinamarca, justo en pleno auge de la «american way of life», la vida perfectamente diseñada y manufacturada, dándose a conocer como una mujer de 27 años llamada Christine. Envuelta en un abrigo de piel, con largas pestañas, pómulos altos y labios carnosos pintados de rojo, Christine no se parecía a nada al joven que había sido cuando «él» había abandonado el país con destino a Europa. El New York Daily News publicó su historia de portada: «Ex-GI se convierte en una belleza rubia», anunciando que Jorgensen se había convertido en la primera persona que cambiaba de sexo. Obviamente esta información no es cierta. Christine Jorgensen fue la primera persona en recibir terapia hormonal de reemplazo, como parte de su transición de hombre a mujer.

HOTEL GONDOLÍN (2005)

Sinopsis: Film que se centra en el «Hotel Gondolín» de Buenos Aires, hogar donde residen alrededor de unas 30 travestis y transexuales que ejercen la prostitución como única opción para sobrevivir en una sociedad que las excluye. De esta forma tratan de organizarse para defender sus derechos y para luchar por conseguir mejoras en sus condiciones de vida. Un retrato documental del día a día de las travestis que habitan la vivienda, de su trabajo en la calle, de sus problemas con las drogas, de su intento por convertir el Hotel Gondolín en un hogar, haciendo una llamada de atención la importancia de la libertad de identidad de género, la vida y el conflicto con los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires.

60 AÑOS DE HISTORIA DE LA TRANSEXUALIDAD (I)

UN HITO EN LA MEMORIA TRANS La valentía y el coraje de una persona pionera que caminó con gran seguridad. Las palabras de Christine Jorgensen, activista, modelo y actriz, rebosaban de compasión, comprensión y empatía, en un tiempo de guerra mundial y conflicto personal. Todavía era «hijo de su padre» tal y como se detalla en una carta de tres páginas dirigida a éste, por su nueva hija Christine: «simplemente, corregí un error cometido por la naturaleza». Christine Jorgensen fue sin duda quien ha inspirado a generaciones con el mayor de los desplantes de la humanidad, a la rigurosidad y ortodoxia científica y las normas establecidas de sociedad, siempre plena de intelecto y con una efervescente capacidad artística. Ella era y es la encarnación de una lucha que ha continuado durante estas seis décadas, nacida en el deseo de libertad, pero, sobre todo, de la legitimidad como ser humano.