EL «PARAÍSO CROSSDRESSER» DE JAPÓN (I)

PALABRAS QUE EXPLORAN NUEVOS MUNDOS DE LA FEMINIDAD El travestismo en Japón es diferente. Hay que hacer hincapié en que los nipones entienden de distinta y muy diferente manera el fenómeno crossdresser a como se hace en Occidente. Por ejemplo, no es algo que esté relacionado directamente con el sexo, sino con una manera concreta de ver y vivir la vida, un concepto filosófico enmarcado en una actividad artística elevada. Actualmente, la creciente occidentalización de Japón, también ha repercutido en sus efectos. 

En ocasiones, sólo cambia el idioma, pero el sentir es el mismo. Se trata, como siempre digo, de «las 3 eses»; sensibilidad, sentimiento y sensualidad. Eso sí, la «apariencia escénica» de los crossdressers en el imperio del sol naciente está muy cuidada, hasta el más mínimo detalle. Prefieren, por ejemplo, un vestuario occidental de los años treinta y sesenta del siglo XX o el exuberante glamour de los 50’s que hacía más inaccesibles a las divas de Broadway, épocas del lujo y el «detallismo», enriquecidos con adornos que alteraban la apariencia, siempre para hacer más bella la simplicidad. Posteriormente han aparecido grupos alternativos a raíz de posicionarse nuevos elementos culturales y tecnológicos, aunque con otro tipo de relevancia.

Esto es lo que me ha incitado a profundizar sobre el tema, siendo algo más que una simple curiosidad. En prinicpio una no cae en la cuenta, hasta que te das de bruces con un obstáculo que, si bien parecía obvio desde el principio, podría no darse la importancia que merece, esto es, toparse con el idioma. Y eso, sólo fue el principio… En esta sociedad «tan nuestra» en la que se nos repite una y otra vez lo importante que es el inglés en el mundo moderno, hay ocasiones en las que ésto no es del todo cierto, ocultándose que se puede vivir perfectamente sin ello (e incluso vivir muy bien) y además ser una gran superpotencia como es el caso y ejemplo de Japón. Tantos años estudiando en el instituto británico, para darme cuenta que, la única palabra «japo» que se conoce internacionalmente es «chuchi» (y muy mal pronunciada, por cierto). Siempre nos cuentan que en Japón todos hablan, escriben y entienden el inglés y que por eso esa superpotencia está donde está. Eso no es cierto, incluso puedo atreverme a decir que se trata de una mentira. La gran mayoría de los japoneses no hablan ni una sola palabra de inglés, y las palabras en su idioma original que puedan proceder de éste, están tan deformadas «a su modo», que ni siquiera se ve la relación entre ambos idiomas. Es por esto que a la hora de intentar buscar información o material gráfico en este «Paraiso Crossdresser» por excelencia que se llama Japón, lo primero que debemos saber es qué buscar en concreto y cuál es el CONCEPTO. He aquí algunas de las palabras que he podido encontrar, con su significado más o menos adecuado, si no se trata del exacto:

Okama (オカマ) Se refiere a gays más o menos afeminados, relacionados con el mundo del transformismo, más bien el de de las drag queens e incluso el de los propios travestidos feminófilos heterosexuales (que no travestis) incluyendo a los Cosplay (コスプレ) o disfrazados/uniformados con indumentarias y vestuarios de los héroes de manga (マンガ) y anime (キャラクター) términos exclusivos que definen su comic autóctono, de repercusión internacional. No se considera un insulto, sino aceptado por las mismas drags para referirse a sí mismas, igual que aquí podemos usar el término “maricón” sin connotaciones peyorativas, aunque de la misma manera puede interpretarse como todo lo contrario, dependiendo del tono y uso que se le de y dependiendo de la circunstancia.

Okage (ゲイと自分自身を囲むように女性) En ocasiones, este término es usado para referirse a la mujer, normalmente heterosexual, que le gusta pasar la mayor parte de su tiempo con gays o chicos afeminados, lo que en el entorno de Chueca se conoce como «mariliendres».

Newhalf (ニューハーフ) Sucede lo mismo con el español que con el inglés, ya que puede usarse tanto para definir al crossdresser (gay, hetero o afeminado) como a una transexual. Aunque principalmente se le da mayor valor al significado de shemale occidental (americana) o ladyboy (más oriental). Es decir, que mucha gente refleja con el lenguaje la misma desorientación que tiene respecto a un tema que no comprende o ganas de no comprender, porque no le interesa.

Onnagata (女形)  o también Oyama (小山) Este podría ser el término real de lo que viene a ser un travestido, es decir, un hombre heterosexual en la mayoría de los casos, que usa ropas de mujer, aunque en Japón este mismo sentido es sólo usado dentro del contexto de la dramatización, concretamente se refiere los actores del teatro kabuki que abordaban papeles femeninos en las representaciones clásicas, desarrollado en la época en la que las mujeres tenían prohibido acceder al escenario. Se trata de un término muy similar a okama, aunque de una forma más rigurosa y profesionalizada, con lo que estaríamos hablando, más que de transformistas, de artistas de la caracterización en mayúsculas, con un carisma que les sitúa a la altura de divas operísticas exactamente igual que les sucede a los female impersonator de los Estados Unidos, la grandes estrellas del show business americano, asentados en la profunda depuración de su trabajo (aunque la mayoría de éstos son gays o travestis profesionales).

Nanshoku (男色) No tiene por qué indicar identidad sino más bien «comportamiento». Es por lo que se podría asemejar al término femboy pero al final sucede como con los anteriores, demasiado general, sin profundizar en una categoría con mayor o menor grado de feminización.

Crossdressing (異性装)  o travestismo (no hay traducción aproximada). Seguramente lo sustituyen por nomenclaturas anteriores, aunque es cierto que también usan el término crossdressers tal cual, de forma indistinta. También se diversifica (quizás por el sentido del idioma anglosajón) hacia todo aquello que tiene relación con el BDSM, el fetichismo sexual, las «lolitas», los «gay sissy» o «maid» británicas (doncellas-sumisas-chico).

A semejanza con el glam rock de los 70’s en Europa (pero llevándolo a extremos estéticos) sin duda algo que ha marcado este tercer milenio es la tendencia de mezcla de los géneros: el masculino y lo femenino. Ambos se funden, se amalgaman y «se confunden» en la construcción de un ser increiblemente humano, doblememente humano… masculino y femenino. Dentro de este movimento debe entenderse el Visual Kei como un movimiento dentro de lo que es el J-pop emergente, bandas de musica de chicos que se maquillan, llevan peinados y ropas en ocasiones extravagantes y que nada tiene que ver con la feminidad, y sin embargo, un aspecto físico andrógino, representando «lo totalmente femenino». La palabra visual (inglés) kei ( en japonés ) cuya traducción más aproximada sería la de «estilo visual», simplemente, no encajan. El tema de la idiomatización, de nuevo. Se adoptan los términos específicos para travestismos concretos aunque púramente escénico (insisto que hablamos de travestismos en su más pura esencia, sin entrar en preferencias sexuales).

Las «chicas» que aparecen en alguno de estos concursos «Paraiso Crossdresser» de televisión, en plan «Gran Hermano» o similares, y aunque no lo parezcan, se trata de hombres heterosexuales, desfilando delante de un escenario cuyo público es únicamente femenino y en donde sus propias novias se encargan de vestir y maquillar a sus parejas para mostrar su lado menos masculino, con el único fin de ofrecer imágenes verdaderamente impactantes y atractivas..

Los más curiosos pueden encontrarse con una larga lista de las distintas definiciones, referidas en gran parte a la cultura GAY y al travestismo en general que existe en Japón, porque tienen prácticamente una palabra para cada término. Seguramente se puedan encontrar algunos términos más, conforme vayan saliendo nuevas nomenclaturas y/o modas/filias, al respecto. Si se profundiza un poco en las tribus urbanas japonesas, muy probablemente nos encontremos con la quinta vuelta de tuerca, el rizo rizado, la esquina doblada… pero eso, ya son otra historia.

Continuará…

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